TIPOS DE BULLYING

 

Bloqueo social

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.

Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

Hostigamiento

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

Manipulación social

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

Coacción

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

Exclusión social

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

Intimidación

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

Amenaza a la integridad

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.

AGRESIONES CARACTERÍSTICAS DE LOS AGRESORES DEL BULLYING:
 

Los agresores suelen venir de una situación social negativa, siendo muchas veces rechazados por parte de sus compañeros aunque siempre tienen un grupo de seguidores.

Tienen tendencia al uso de la fuerza y a la violencia, baja tolerancia, frustraciones, malas relaciones con los adultos, mal rendimiento escolar, tienen una gran autoestima, y una ausencia de una relación cálida y segura con los progenitores. Quienes ejercen el Bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro logrando con ello tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años.

 

El niño o varios de ellos, comúnmente en grupo, constantemente tienen actitudes agresivas y amenazantes sin motivo alguno contra otro u otros niños. Es o son provocativos, cualquier cosa es para ellos motivo de burlas.

 

Su forma de resolver conflictos es por medio de la agresión. No es nada empático, es decir no se pone en el lugar del otro. Los alumnos agresores pueden ser futuros maltratadores y delincuentes si no reciben con urgencia la ayuda que necesitan. La justificación de sus actos en base a toda la hostilidad acumulada "contra el mundo" y a los modelos sociales que promocionan estas conductas, se alía con la sensación inmediata de poderío que produce el hecho de "someter a alguien a tus caprichos y necesidades". 
 

Los mecanismos que determinan el Bullying no son muy distintos a los que subyacen a otros tipos de maltrato porque, aunque lo denominamos “intimidación entre iguales", la realidad es que se da una situación de desigualdad; el agresor siempre mide las fuerzas de su presa, fuerza física o psicológica, al igual que lo hace el maltratador doméstico cuando elige su pareja, futura víctima, o el jefe sádico cuando contrata a sus subalternos. 
 

Trabajar este tema tiene una importancia extraordinaria precisamente como prevención de estos graves problemas sociales pues, además de terminar con estas situaciones puntuales de abuso, aprovechamos para abundar en el trabajo de las relaciones (presión de grupo, asertividad), valores (tolerancia, justicia y solidaridad), importantes aspectos de educación emocional (control de impulsos y expresión de sentimientos) y resolución de conflictos, lo cual resulta muy educativo para todos. 

 

Tipos de agresores-Agresores activos  
 

Son los que inician y dirigen la agresión. Lizbeth Flores, especialista en maltrato infantil del INP, dijo: 
 

“El 30% de la población de México se catalogó como víctima o como agresor, también un dato importante que encontramos es que la mayor parte de las agresiones se llevan a cabo en el aula”.
 

Las agresiones psicológicas son la principal forma de acoso escolar. Esto se debe a que el Bully escoge a los compañeros con alguna debilidad o diferencia. Ser inteligente, usar lentes, la timidez o tener alguna otra de este tipo es suficientes para convertirse en víctima. Pero el Bully no actúa solo, es líder de un grupo que decide a quién se puede o no molestar y hasta qué grado. Sin el grupo, no podría ejercer su poder. Paloma Cobo, coautora del libro Bullying en México dijo:
 

“Hay un grupo que sigue al Bully, que es lo que nosotros llamamos testigos y que juegan un papel muy importante, porque son finalmente los que le van a dar el reconocimiento que necesita el Bully.”

 

Estos testigos cada vez tienen un papel más activo en los maltratos, ya no simplemente se burlan del compañero agredido, sino que también forman redes de maltrato, principalmente exhibiendo sus actos por internet por medio del acoso virtual o Cyber-Bullying.

 

Aquí, las agresiones pueden llegar a niveles muy elevados de violencia, no sólo física, sino verbal. Es una paradoja, pero por lo general, el agresor suele tener más debilidades que a quienes agrede. Generalmente el Bully se relaciona con el género masculino. Sin embargo, estudios realizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) sugieren que esta práctica se está ampliando entre las mujeres. 

 

Agresores pasivos  
 

Son los que les siguen y animan, aunque en menor grado. 3 de 10 estudiantes de educación básica en México viven con un temor diariamente, pero no es a la muerte, inseguridad o algún secuestro.

 

Es miedo de ingresar por estas puertas de lunes a viernes. Sin embargo, no les preocupa reprobar un examen o fallar en clases. Su temor es a vivir otro día más, enfrentando la violencia a la que son sometidos por un "Bully", compañero de clase que mantiene algún tipo de maltrato sobre él. Paloma Cobo expresó lo siguiente:
 

“Creo que el Bullying ha existido siempre, es lo que antes llamábamos el típico gandaya, el que abusaba del otro, el que le robaba el lunch, el que empujaba, y crecimos con la idea de que así es y hay que aguantarse.”

 

Motivos del agresor para hacer Bullying
 

Según los expertos, un niño puede ser autor de Bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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